miércoles, 11 de abril de 2012

Qué Suplicio el Metro

Para llegar temprano, sin tener que madrugar tanto, nada mejor que el metro, desmemoriada yo, no recordé que estamos en época escolar, por lo tanto, ya sea por los trabajadores o estudiantes, era casi imposible respirar dentro los vagones...y para variar, aunque estamos recién comenzando el año, la gente está super estresada. Los personajes, que están de amarillo (o rojo, no recuerdo...), están para hacer avanzar a las personas por los vagones, desde afuera nos instruyen a "acomodarnos" como si ésto fuese posible, dentro los demás pasajeros vociferaron epítetos a los instructores, íbamos todos apretujados, y la única manera sencilla de bajar, fue como me dijo un hombre: "si ud. quiere bajar, tiene que empujar", así que "amablemente" puso su mano en mi espalda,me lanzó, y a  empellones logré bajarme en la estación deseada...
Recuerdo que recién llegada a la capital, se me advirtió que cuando me subiese a las micros amarillas, debía agarrarme o afirmarme, lo más rápido que pudiera, antes de que el chofer, apretara el acelerador... si no lo hacía, era probable que terminara en el suelo, sentada en las piernas de alguien, o al final de la micro... y debía, andar con los ojos bien abiertos, porque no sólo subían los ambulantes con sus cachureos para vender, sino que los lanzas hacían nata...
Después, se implementó el famoso Transantiago, que ha ido variando de apodos, de acuerdo al sentir popular: "Transcacho", es uno de ellos... se nos prometió que cambiaría nuestras vidas, "gran idea" del gobierno de Lagos, echado andar por el gobierno de Bachelet, nos cambió mucho la vida, para PEOR!!!!.... Queríamos pegarle a Zamorano, sólo por que era el "promotor" de dicha desgracia... y qué decir de los paraderos diferidos!!!!... yo siempre pensé, que el gobierno además, ponía en marcha un plan de vida sana o algo así... puesto que uno no sabía muy bien, si la micro paraba o no en dicho paradero... ahí estábamos todos los pelotudos, muy temprano en la mañana, corriendo como enajenados de un lado a otro. Es obvio, que uno prefiere las micros por muchas razones, aunque éstas, las "nuevas máquinas" (lo dudo), tuvieron muchos percances al inicio del plan, las famosa orugas se partían, lo que provocaba que uno no quisiese ir al medio, por temor a terminar en el asfalto.
Lo barato de las micros, nos hacen optar por ellas, además las "lucas" (billetes de $1000) nos duran más, que si tomásemos el metro, permiten más combinaciones, se puede respirar, no vamos tan apretados, dependiendo claro, de la hora.... he notado eso sí, que en ambas se producen similares peleas, las mujeres son las reclamonas, los hombres apuran al chofer para poder llegar temprano. Hoy es difícil, no imposible, llegar casi a la hora, y uno ya llega pateando las piedras, por no estar a la hora en su trabajo. En algunos trabajos, se permiten cierta cantidad de minutos para llegar tarde, pasado el tiempo... corre el descuento, lo cual no es para nada gracioso.
Y el metro, es aterrador... las horas peak, son un desastre, todos empujan, todos malhumorados, toquetones por allí, por allá, hay que estar atentos, para que no nos roben o para que no nos maten, han habido casos, como las del hombre que disparó a quemarropa a algunas personas... debieran haber detectores de metales, algo... que sé yo, hay cada loco suelto.
Puras promesas, todas mentiras, por eso no tengo ningún interés en las próximas elecciones de alcaldes, todos son la misma cosa, y los muy sinvergüenzas, se aplicaron unos reajustes salariales, por sólo ir a calentar el asiento, o simplemente no asistir... car'e raja!!!....
Mientras que el trabajador común y corriente y cientos de estudiantes, se  las tienen que rebuscar para poder llegar temprano, a los lugares de trabajo y estudio... sin motivaciones, porque los bonos hay que sacarlos con pinzas, salir a protestar, y aún así, son mezquinos con los tantos por ciento, Qué vida no!!!!

                       Pobres asalariados!!! Pobres estudiantes!!!
                         Sólo por el deber lo hacemos.

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